A la
siniestra de Dios padre
El sitio donde nací se convierte de a pocos
en un cementerio viviente
No es culpa de él, es culpa de su gente
Un cortejo eterno de caballos de acero
La entierra en su propio suelo
Una sombra de corrupción empaña sus calles
Que lo único que producen al parecer son
sujetos desechables
No se puede andar tranquilo en las mismas
Si alguien no te atropella pueden quitarte
lo que llevas encima
Si esta alguna vez fue la flor de la sabana
como dice su himno
Ver en que se esta convirtiendo es algo a
lo que no me resigno
Y aunque todos noten que va de mal en peor
Ignorar estás cosas les parece mejor
O ciudad de mis amores tu cultura da
tristeza
A los pocos que la amamos nos miran con
rareza
En lugar de prestarte honores como se deben
A la menor ocasión destruyen todo lo que
pueden
Triste realidad es a la que hoy nos
enfrentamos
Solo pocos de los que te amamos así lo
demostramos
Mis palabras quizás serán llevadas por el
viento
Espero que de esa forma llegue al cielo mi
plegaría por Sincelejo
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