Periodismo de expectativas

Dejo ver todo su cuerpo por un descuido, es un titular muy común en estos días y  el mas común de los titulares que he decidido llamar periodismo de expectativas, lo digo así porque son noticias, reportajes o crónicas que juegan con la mente del común y con lo fácil que es impresionar a las personas que juzgan los libros por su portada, todos se sienten seducidos al leer como podría terminar nuestro programa favorito, como se ve el actor que nos gusta, que hizo de nuevo ese cantante que seguimos a todos lados o si esa modelo que nos atrae dejo ver de mas en un descuido.

Esta necesidad ha sabido ser explotada por los mercaderes de la noticia, gente sin escrúpulos que usa las noticias mas como plataforma publicitaria para vender productos que para informar, son personas que sólo están interesadas en exponer la tragedia de las personas mas desgraciadas de un país como este, para tener unos puntos extra de rating, sin importar si la integridad de las mismas esta comprometida o hablar hasta el cansancio del placebo colectivo del fútbol para mantener a las masas pegadas a una pantalla, aquí lo que importa es vender a nuestros patrocinadores, los medios que usemos no importan, parece ser su consigna principal.

Es fácil encontrar una noticia de expectativas, sus elementos principales son los siguientes:
Un titular espectacular que nos dicta que debemos leerlo si o si algo.
Es casi imposible rechazar la noticia de un personaje público caído en desgracia, el morbo nos corroe las entrañas.
Un texto paupérrimo, de redacción dudosa, que no cuida sus formas, estética, ética y ortografía.
A los comunity manager (CM) les pagan por clics no por informar, esto también he decidido llamarlo periodismo de clics.
La noticia que se nos anuncio jugosa en el título no es ni el uno por ciento de agradable en el texto que le sigue, eso en el mejor de los casos en el peor solo es una conjetura hecha por alguien para llenar un espacio que le dieron para que dijera algo.

Como pueden ver esto es el periodismo del siglo XXI una serie de reportajes que juegan con nuestra mente ya es cuestión propia el dejar que se siga haciendo y una responsabilidad personal el dejar que se propague.

Nunca podré ser un periodista de expectativas, soy fatal para los nombres y títulos así que pido excusas por no crear que sea atractivo para todos.