martes, 3 de diciembre de 2013

Tu espalda

Había tomado un par de cervezas, llegue a su cama y su belleza produjo mas efectos que el alcohol. Pero dormía, no podía ser tan cruel y despertarla
Estaba boca abajo y desnuda de cintura para arriba, se despertó, no quise molestar, pero no podía dejar de admirar su belleza.
Su espalda estaba a mí merced, sin embargo en lugar de aprovechar la ocasión para algo mas lujurioso intente hacer un homenaje a lo que era para mi.

Me situé cuidadosamente en la cama de forma de no incomodar y empecé con mi dedo a escribir un poema en su espalda mientras se lo susurraba al oído.

Tu linda cintura de agraciada diosa se expone a mi presta a que la devoré con mis mas bajas pasiones.
¿Que haz hecho musa para que solo me detenga a admirar tu sin igual belleza?
Escribo sobre tu piel y me siento indigno de tan magnífica textura para ensuciar con mis palabras.
Dichoso soy pues tu haz permitido que este pobre mortal pose sus simples manos en tu increíble belleza.
Esta noche no voy a profanar tu cuerpo con mí miserable ser, esta noche rendiré homenajes a tu dichado de lunares hermosa mujer.
Los recorro con mis manos y besos, siento que me faltan manos para abarcar tu hermosura.
Puedo sentir tus ganas, debo detenerte, esta ocasión es solo para ti, en estos momentos no merezco nada mas que aceptar que sea así.

Desperté de repente, estaba en mi casa, mi única compañía era mí sabana y a pesar de que fue un sueño, puedo asegurar que lo sentiste como yo.

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