jueves, 29 de marzo de 2012

De las mujeres encendedor Autor: Luis C. Choperena Tous

Este escrito pertenece a Luis Carlos Choperenea, aquel que algunos conocen como Choper y que aqui en el facebook aparece como Mango Samsa, yo solo lo estoy transcribiendo.


Hay mujeres que son como un encendedor (yesquero, briket... ). Son criaturas fáciles, pueden llegar a ti o puedes comprarlas, puedes tenerlas en el bolsillo y perderles en un instante; son pequeñas y llamativas, gustan salir de noche y están siempre dispuestas a funcionar como tú lo pidas.
Como cualquier encendedor, las usas para prender la llama que a cada momento exige la vida nocturna. Su particularidad, radica en que un día las tienes en tu bolsillo y sin saber cómo o en manos de quién ellas suelen desaparecer (por lo general lo hacen con alguien de confianza). Son realmente quiméricas. Su fuego no está hecho para demorar encendido por mucho tiempo, sólo basta con frotarlas un poco y ya está, tendrás la llama que logre avivar la punta de tu vicio, pero debes usarla con cuidado, si las dejas arder por mucho tiempo en su pequeño fuego, el calor sofocará la parte metálica que en todas es siempre la misma, y entonces ya no podrás guardarla en un buen rato, por lo menos hasta que logres bajarle la temperatura. 
Hasta aquí todo bien, pero tened cuidado amigo mío, este tipo de mujer es de pérfida educación y si te descuidas un poco, puedes perderías antes de que logren pagar el precio que tu haz invertido, o podría ser que amanezca un nuevo día y resultes en tu cama, después de la fiesta, con el bolsillo cargado de muchas más de las que necesitas, sin saber cómo o porque, simplemente aparecen allí; porque a alguien se le olvidó la suya en tus manos, porque inconscientemente la utilizaste y por inercia la guardaste para luego, porque son tan fútiles y comunes que no pelearías con un amigo por ellas. Pero lo que si resulta muy molesto, es que se queden con la tuya - si es la única que tienes- y tener que andar pidiéndosela prestada a los colegas... Así son las mujeres encendedor en las noches de fiesta. Por ello procura siempre estar pendiente de la propia, o en su defecto aprovechad los descuidos inocentes para asistir a una de ellas, por supuesto, no por mucho tiempo

No hay comentarios:

Publicar un comentario