viernes, 30 de marzo de 2012

EL SECRETO QUE NADIE QUIERE CONOCER Autor: Jose Luis Gonzalez Miserque

Ya hace algún tiempo me vi tentado a escribir esta nota. Por efectos de la pereza o falta de motivación había faltado a mi inclinación pero eventos recientes tuvieron mucho que ver con mi eventual decisión a hacerla.
Cierta tarde de mayo al enterarme de uno de tantos debates presidenciales que nunca en mi vida me habían interesado me di cuenta que el tiempo me había convertido en otro ciudadano más, proclive a estar expuesto ante los resultados de unas votaciones y la escogencia de un gobernante (al parecer el paso del tiempo me ha vuelto viejo).

Por eso escribo estas líneas sobre el tema del que más tengo noción en mi vida; La medicina y su hija primogénita, la salud. Después de 4 años de estar intruso en este mundo de medicamentos y diagnósticos me he dado cuenta que todos los estudiantes, médicos y personas relacionadas con las salud de este país tienen una queja que baila en sus cabezas vestida de gris, dicha queja esgrime en su mano derecha una ley bautizada con la sangre de miles y en su mano izquierda sacude la mirada frívola de un ser humano sufriendo el flagelo de una dolencia algunas veces mortal. Pero como siempre sucede con las excelentes y más imponderables ideas, ninguno se atreve a hablar de ello y el tiempo se encarga con su mano implacable de enterrar esa queja bajo la fúnebre idea del “yo no puedo hacer nada”. Si bien es cierto que una sola golondrina no hace verano, que útil seria que las otras aves interesadas se atrevieran a manifestar sus ganas para hacer realidad la estación.

Siempre he sido del creer que cada que una persona dispara la conocida flecha del “estás loco” el objetivo de dicha munición no puede ser más que dos cosas, un idiota y rebelde incorregible o un potencial genio solitario que se atrevió sagazmente a proferir su pensar. Entonces nuestro ignorante arquero esconde tras esa flecha la más sutil y desconocida forma de envidia al encontrarse ante él con una idea jamás escuchada y muchísimo menos conservatista por no mantenerse dentro de los limites de “lo permitido como correcto e irrevocable” . Albert Einstein, van gogh, sigmund freud entre otros son algunos de los tachados de “locos” que nos ha dado a conocer la historia. Es curioso que ya nadie los titule dementes cada vez que lo mencionan en sus trabajos universitarios, escritos homólogos al que se encuentran leyendo en este momento o citas bibliográficas en forma de frases celebres pronunciadas alguna vez por ellos. Estos fueron locos, es correcto, pero se atrevieron a defender sus ideas hasta el final, y todos ellos marcaron un hito en la historia de sus respectivos campos de estudio. Por eso los invito a todos con esta nota a ser objetivos de flechas y no arqueros.

Al grano. Colombia está pasando por una de sus peores épocas en cuanto a salud se refiere. Y aquí les voy a escribir la cruel y enormemente desconocida realidad en cuanto al sector salud:

- Los médicos son obligados por las EPS a demorarse 15 minutos por paciente aproximadamente.

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Más pacientes = Más dinero para las EPS.

Objetivo colateral: revisión apresurada del paciente con la posibilidad de errores por falta de información en la interrogación al paciente o su examen físico. Si no hay tiempo para pensar en ¿Qué tiene el paciente? Se hará en muchas ocasiones un diagnostico errado, por ende un mal tratamiento.

- Existen médicos a los que se les pasa una lista con 20 medicamentos los cuales son los únicos que este puede formular. Si receta alguna cosa por fuera de esa lista es despedido a la siguiente oportunidad.

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Menos medicamentos y más baratos gastados = Más dinero para las EPS.

Objetivo colateral: Tratamiento inefectivo o tardío de la enfermedad que tiene el paciente, muerte o discapacidad de por vida en algunos casos.

- Existen médicos a los que se les obliga a hacer cierto número de remisiones por semana o mes. Si se pasan del número establecido es despedido porque está gastando recursos “de mas”.

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Menos remisiones a hospitales o especialistas = más dinero para las EPS.

Objetivo colateral: Tratamiento inefectivo o tardío de la enfermedad que tiene el paciente, muerte o discapacidad de por vida en algunos casos.

- Existe una lista de medicamentos en el país llamada lista de medicamentos POS (plan obligatorio de salud) en ella se encuentran todos los medicamentos que son cubiertos (pagados) por las EPS al momento de ser mandados a los pacientes. En ella no se encuentran los medicamentos de última generación ni medicamentos que sean no genéricos debido quizá y solo hipotéticamente hablando a su alto costo.

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Más dinero para las EPS (pobrecito el sistema es muy pobre).

Objetivo colateral: Existen enfermedades graves que solo pueden ser tratadas con medicamentos de última generación o medicamentos que no se encuentran en el POS, y enfermedades no tan graves pero que no responden al tratamiento convencional. Los costos de estos medicamentos “NO POS” si se compran particularmente son altísimos (80-120-300 mil pesos caja hasta de 10 pastillas. para que se hagan a una idea aproximada). La medicina cambia, los tratamientos cambian para ser mejorados pero en Colombia no se trata de dar el mejor tratamiento existente en el mundo para tal o cual enfermedad sino de dar el mejor tratamiento “POS” para la enfermedad. Desacierto inaceptable que vulnera de forma directa y contundente el derecho a la salud y en muchos casos a la vida.

Cuando nos encontramos enfermos ¿nos gustaría tener acceso a la mejor terapia existente en ese momento de la historia para nuestro mal? Rebelde incorregible que infaliblemente debiera ser atravesado por la flecha lanzada por nuestro arquero seria la persona que respondiese NO a esta pregunta. Hipócrita, bufón, comediante o mentiroso serian otros adjetivos para referirse a tal persona.

- Cuando una persona asiste al servicio de urgencias si lo que tiene no es “una urgencia vital”, ósea, un balazo, una puñalada, hemorragia activa e importante, etc. No puede ser atendida a menos que la EPS de su autorización (claro, ellos son los que pagan) lo cual puede demorar horas y muchas veces es negada la atención. Existiendo enfermedades “no urgentes” que pueden ser potencialmente mortales o muy molestas. La justificación a esto es que existe un servicio de “consulta externa” que se supone es donde debe consultar uno cuando no tiene una urgencia calificada como “vital”.

El problema es que algunas veces uno pide una cita y se la dan para dentro de dos semanas, un mes, o incluso más, tiempo definitivamente suficiente para llegar a morir o quedar discapacitado de por vida por atención tardía de algunas enfermedades en el peor de lo casos o simplemente curarse por efecto de la madre naturaleza en la mayoría de ellos.

Bajo otro escenario quiza no tan desconocido para ustedes se pone a voltear al paciente de un lado a otro, quitándole tiempo y haciéndolo pasar por una serie de filas interminables recogiendo fichos que al momento de ser por fin recibidos no supondrán sino la orden de tener que ir a hacer otra fila y recoger otro ficho.

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Verificar que la persona que está consultando no puede acudir a una posible demanda en un futuro porque lo que tiene “no es una urgencia” y por ende no es mortal y puede esperar = Más dinero para las EPS.

Objetivo colateral: Enlentece el sistema, entorpece la atención y reduce la calidad de la misma a su más mínima expresión, se niega la atención a millones de personas lo cual son millones de pesos ahorrados porque no fueron gastados en ellos. Se aburre al paciente lo cual supondrá el sometimiento de la voluntad de los mismos como efecto de esto y haciendo una estadística a la ligera al menos 4 de cada diez se aburren y solo 6 tendrán finalmente acceso al servicio.


Esta es posiblemente la parte de todo el problema que más me repugna (después de los auditores los cuales serán mencionados después). Porque la gente sigue creyendo que es uno como medico el que “les niega la atención”, que “uno no los trata como seres humanos” que “llevan horas esperando” que “van a demandarnos por no atenderlos” lo cual no es más que su ignorancia aflorando con respecto a todo el asunto.

- Existe una hoja o formato para poder recetar medicamentos “NO POS”, dicha hoja exhibe una cantidad de preguntas, algunas de ellas de carácter absurdo como de donde se saco la bibliografía donde dice que ese medicamento es requerido por ese paciente (como si no fueran suficientes 6 años de medicina en la universidad para saber por ejemplo que un SIDA necesita una droga antiretroviral). Esta hoja o formato, el cual debe ser llenada a mano, consume tiempo (recuerden 15 minutos por paciente) y constituye una tara de la naturaleza más inverosímil a la hora de recetar un medicamento a un paciente.

Así que con el tiempo, el médico que no se doblega a mandar solo medicamentos POS, termina siendo doblegado por la pereza de llenar dicho formato, si aun así, la responsabilidad de nuestro medico resulta particularmente resistente, existe la posibilidad, no muy excepcional y de hecho frecuente de que a nuestro paciente con todo y su enfermedad poco común y su formato al día le sea negado el medicamento por la EPS. Aquí es donde entran a escena las famosas y conocidas tutelas puestas por los pacientes como único medio existente, efectivo y rápido (de esta ultima característica no estoy del todo seguro) para exigir su derecho a la salud.

En este punto vale la pena recordar una ley llamada “emergencia social” con la cual se iba a castigar a los médicos con multas desde 5 a 25 millones de pesos por mandar medicamentos por fuera del POS. Además se buscaba impedir el poner tutelas para acceder a estos medicamentos. Considero que hasta los ateos que conocían al menos un poco del asunto dieron las gracias a Dios cuando esta ley se cayó bajo su propio peso.

- Existen médicos a los que se les paga de mas o se les da remuneración extra entre menos exámenes mande o menos medicamentos recete.

Objetivo buscado: aquel que no cede a tratar mal a las personas ante todas las normas impuestas cede ante la remuneración. Toda cabeza tiene su precio. Ahorrar recursos, mas dinero para las EPS.Objetivo colateral: Mal tratamiento de las enfermedades, empeoramiento de la salud, aumento en la mortalidad y morbilidad general de la población.

- Existen por ultimo unos seres despreciables, aberraciones de Marte, extraterrestres mutantes llamados “auditores” que no son más que unos bichitos que andan por ahí en los hospitales y servicios de consulta externa contratados por las EPS para verificar que los médicos no estemos mandando “medicamentos de mas”

Llegamos a una cosa. La medicina no es una ciencia exacta y por ende al uno revisar a un paciente muchas veces no se llega al diagnostico con solo el examen físico del mismo y su historia. Entonces hay que mandar unos exámenes llamados paraclínicos mejor conocidos por la gente como “los exámenes que me mando el medico”.

Estos paraclinicos pueden ser manadados para 1- verificar que el diagnostico que se esta pensando en realidad es el que tiene el paciente. 2 – descartar posibles enfermedades muy parecidas para ir “descartando” y llegar a un diagnostico certero.

Entonces en ocasiones hay que mandar muchos “exámenes” para poder diagnosticar una enfermedad que se parece mucho a muchas otras. El número de exámenes posiblemente depende del número de diagnósticos posibles. Pero entonces llegan estas bestias amorfas fenómenos indeterminados de una raza aun desconocida por mi persona y le dicen a uno “vení, vos porque le mandaste este examen a esta persona, no señor, eso no era necesario” y acuden a un artificioso que le ha costado la vida más de uno y ha matado a mas personas que el abadakadabra de Harry potter que se llama “glosar” la historia clínica y ¿adivinen que pasa? Ese examen “innecesario” según estos gusanos de tierra llamados auditores le toca pagarlo al médico de su salario (que debería ser de un millón de pesos o menos según un simio de circo que se ha popularizado por estos días).

Objetivo buscado: Ahorrar dinero al sistema. Más dinero para las EPS.

Objetivo encontrado: El médico aprende por obligación o fuerza mayor a “ahorrar dinero al sistema” dejando de mandar muchas veces paraclinicos necesarios a los pacientes haciendo muchas veces diagnósticos erróneos, o dejando de diagnosticar. Hay que dar de comer a los hijos ¿cierto? Existe entonces un callejón sin salida a todo esto, por un lado te enfrentas a una paciente con una posible enfermedad y por el otro está tu familia en la casa esperando la quincena para comprar el sustento.

Aun no comprendo por completo como pueden existir seres que se dicen llamar humanos y pueden dedicarse a vivir de tan miserable, ponzoñoso, cruel y repugnante oficio. ¿Hace más daño un ladrón en las calles? ¿Mata más personas un asesino a sueldo? O simplemente ¿extinguir una vida y negarle derechos que por leyes mundiales pertenecen a las personas se convierte en un acto menos punible y hasta legal porque lo está haciendo una persona que dice dedicarse a la “racionalización de recursos” y se esconde detrás de letreros bonitos con médicos sonrientes y pacientes felices puestos por las EPS a lo largo de todas las ciudades y los hospitales? Que elegirían ustedes mis queridos lectores. ¿Ser pobres y dedicarse a un oficio digno o ricos a costa de la muerte y el sufrimiento de otros seres humanos?

Perjudica más a la sociedad un traficante de drogas, un terrorista escondido en la selva, un aborto clandestino, un delincuente común que roba por hambre o la presencia secreta de estos individuos en nuestro diario vivir, en nuestro ambiente común en los hospitales.

Para mí el problema radica en el desconocimiento colectivo del asunto, todos sabemos que existen los ladrones y los matones. Pero nadie conoce la ley 100 desde adentro y su éxito se ha alimentado precisamente de la ignorancia común suponiendo un problema cada vez mas grande a nuestra sociedad.

Por eso escribo estas líneas, solicitando su cantar como golondrinas, de nada sirve que solo los cercanos al área de la salud conozcamos la situación, la unión hace la fuerza, la fuerza trae resultados, podemos hacer realidad el verano, podemos vivir en un país mejor, pero solo es posible si todos gritamos “ya basta”.

Al médico que no le de la gana o la conciencia para adaptarse y eventualmente acostumbrarse a estas reglas y otras más simplemente se le despide y asunto arreglado. Nunca nadie le han gustado los sindicalistas ¿cierto?. Apliquemos una regla de tres y resumámoslo todo a una sola frase. “o es tu cabeza como persona o es la mía”, selección natural de coquito, preguntémosle a charles Darwin.

La verdad ya quiero dejar de escribir sobre esto, seguramente se me escapan algunas otras cosas mas pero creo que es suficiente para hacerles entender mi punto. No se trata de que MOCKUS o de que SANTOS, no se trata de que este dijo que iba a pagar un millón o tres o diez o veinte. Se trata de que esa respuesta de “un millón de pesos o menos” no es mas que la más pura representación de la ignorancia de nuestros candidatos. TODOS ELLOS. Sobre la crisis tan hijueputa y les repito la palabra HIJUEPUTA que está pasando Colombia en salud, y su poca disposición a hacer algo para cambiarlo.

Los colombianos nos comemos las uñas mientras nos están matando desde adentro. No es chavez el enemigo, ni bin laden ni Ingrid Betancur. El sistema de salud necesita ser revisado y reformado y si es necesario destruido para que se dejen de cometer estas barbaridades que deberían ser considerados un atentado directo a los derechos humanos. Los médicos somos víctimas igual que los pacientes, nunca olviden esto por favor la próxima vez que vallan a un servicio de urgencias o a algun otro servicio médico. Nuestra carrera nos obliga a jurar literalmente siempre hacer el bien pero nuestras leyes nos obligan por encima de eso a sacrificar a unos para salvar otros. ¿Imaginan todo esto y que encima de ello le bajen el sueldo a los médicos? Bonito servicio el que vamos a recibir.

Colombia debe dejar de invertir tanto en seguridad y empezar a invertir en salud, en educación (aunque de esa area se poco, por eso no me meto con ella) en trabajo (tampoco es mi campo). No soy economista, profesor, empresario, ni siquiera soy médico aun pero como estudiante hoy me atrevo a levantar la voz y gritar lo que han callado miles. La salud se ha convertido en un negocio, y el más sucio de todos, estamos hablando de vidas humanas, de niños, mujeres en embarazo, estamos hablando de nuestra especie de nuestra raza, y aun nos atrevemos a mirar atrás y nos preguntamos cómo podían ser tan tontos los cavernícolas, tal vez éramos más inteligentes en ese entonces, en esa época no habíamos olvidado la importancia de cuidar nuestra especie, nuestras crías, nuestro futuro como raza.

Computadores, ipods, televisores LCD, blue ray, celulares, blackberrys, avanzamos en tecnología y retrocedemos en lo verdaderamente importante. Qué tristeza tan profunda siento en este momento por pertenecer a este país. Amo mi Colombia y amo mi pueblo, amo mi Sincelejo que me vio crecer pero es tiempo de abrir los ojos y ver mas allá, es tiempo de cambiar, de mirar las cosas desde otro cristal, de recordar a Aristóteles, a platón y a todos los filósofos que nos enseñaron a pensar. En ocasiones me gustaría preguntarles a ellos que piensan de todo esto. Mis padres me criaron bajo el precepto “la salud es lo primero, y si hay que gastarse toda la plata que sea necesaria en ella pues se gasta” es tiempo que Colombia recuerde eso.

Existe una paciente llamada salud que se encuentra en este momento en unidad de cuidados intensivos, su médico de cabecera no es más que una figura que se ha mantenido en el anonimato a los ojos de los colombianos, la ley 100 y sus hijas primogénitas las EPS. Pero que no cunda el pánico, hay cosas más importantes de que preocuparse, sigamos peleando por ejemplo por quien será elegido el domingo presidente. Al parecer no se habla sino de eso por estos días.

Independientemente de todo esto, de si deciden unirse o no al chillido para hacer verano, de si votan por el uno o por el otro mi consejo es: preparémonos para otros 4 años de mala calidad en nuestros servicios de salud porque al parecer nadie está dispuesto a luchar con la misma fiereza que lucho aquel argentino de boina en cuba por que las cosas cambien.

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